martes, 5 de abril de 2011

La Base ganó y se reencontró con el orden y el carácter

Vocación ofensiva desde el pitazo inicial, precisión en la definición, oportunismo para aprovechar el error rival y garra a la hora de marcar. Ese conjunto de virtudes le permitió a La Base obtener una inobjetable victoria ante el Club del Vino por 1-0.

La Base se plantó desde el comienzo del partido en el campo rival. “el tinto”, con un esquema defensivo, daba una sensación endeble en su última línea.

Y a los quince minutos, ambas realidades se combinaron, ya que después de una serie de llegadas a favor del Xeneize (entre ellas un mano a mano increíble que desperdició Sasia y varios tiros libres desde la puerta del área grande, la pelota le cayó servida a Dalla Fontana para que dejará en el camino a los centrales y defina en posición de centro delantero cual Moreno y Fabianesi.– el volante se sacó de encima a los centrales tras una buena habilitación de Iglesias y definió a la derecha de Villa– 1-0.

La ventaja no significó un quedo para La Base. Todo lo contrario, y eso fue meritorio. Con la habilidad de Santiago Pérez como principal carta, más el despliegue de los laterales, La Base mantenía el peligro cerca del arco rival. Lo único que impidió una diferencia mayor en el resultado fue la mala puntería en los últimos metros.

El club del vino confundido por la iniciativa xeneize intentaba armar juego de la mano de su mediapunta, sin embargo Iglesias y Sarubbi devoraban todo intento del “tinto” por acercarse al arco de Torres, la pequeña sociedad comienza a dar su frutos.

Llegando al final de la primera etapa, El club del vino tuvo su única chance de igualar el marcador, el delantero se escapó por la izquierda y envió un pase en diagonal, Puyol de gran tarea no llegó a cerrar y el volante remató desde una posición incómoda, la pelota dio en el poste y en el rebote Torres salvó al xeneize convirtiéndose en el héroe del primer tiempo.

A pesar de la llegada, La Base no tuvo mayores sobre saltos y por momentos mostró un fútbol de alto vuelo.

En el complemento, La Base acomodó sus líneas y se predispuso a luchar el partido. El Club del Vino esgrimió una leve reacción e inquietó con un par de centros desde la derecha por intermedio de su lateral. Más allá de compartir la posesión de pelota, La Base ratificó su superioridad cada vez que Scali elaboraba jugadas desde media cacha hacia adelante.

Con el correr de los minutos el tinto tomó entonces la iniciativa y fue bien llevado por el ingresado Lagger, quien le dio más vida al ataque rival.

La Base no lo pudo definir cuando tuvo las oportunidades, por ejemplo a los 28 con una buena maniobra de Sasia que terminó mal – el delantero se escapó por la izquierda y tocó sutilmente el balón ante la salida del arquero. Enseguida lo tuvo el tinto por intermedió de su conductor a través de una pelota parada desde la puerta del área, pero Torres respondió notablemente.

Los últimos minutos fueron para el infarto, La Base cedió terreno y el Club del Vino iba como podía. Pero ya era tarde, la firmeza de Torres, la visión de Iglesias, el combate de Puyol y las ráfagas de Sasia bastaron para ganarle a un rival durísimo que intentó y murió de pie.

El conjunto de Pulvirenti entró al terreno de juego bien despierto tal como lo pedía su entrenador, ahora se viene Orsay una prueba de fuego.