Orden defensivo, equilibrio en el medio campo y poder ofensivo son virtudes que La Base exhibe partido tras partido. En esta oportunidad, para redondear una tarde ideal, sólo le faltó más precisión en los últimos metros. Con decisión y paciencia, se impuso con facilidad a un rival limitado, de los más flojos que ofrecerá el Apertura. Algo es inobjetable, porque el resultado 2-0 no admite discusiones; sin embargo, no debería contagiarse de la euforia de la gente, porque no todas las semanas tendrá enfrente a un equipo de tan escaso vuelo para lastimar y tan endeble para discutir el desarrollo como Midland.
El desarrollo del encuentro fue el mismo desde principio hasta el fin. En ese contexto, La Base tenía el rol de salir a buscar el partido y así fue durante los 70 minutos, mientras que Midland se aferró a la idea de arañar un empate heroico con 10 hombres.
Sin ser profundo, La Base monopolizó la pelota durante la mayor parte de la primera etapa. Con algunas apariciones interesantes de Fogliatti por la izquierda, bien asistido por Ramiro Sarubbi, el xeneize buscaba con mayor determinación. Midland, cómodo en esa posición de esperar y salir con velocidad de contragolpe, fue el que inquieto primero tras un pelotazo cruzado, el volante izquierdo llegó en posición de centro atacante y remató incomodo ante la marca de Yapur, Torres controló sin problemas.
A partir de allí, La Base se convirtió en el protagonista absoluto del partido, atacando prácticamente con 9 jugadores y dejando a los centrales para controlar a su único hombre de punta.
Midlan, aguantó hasta donde pudo, con paciencia La Base fue buscando y generando espacios una y otra vez, por derecha y por izquierda por arriba y por abajo, hasta que Fogliatti habilitó a Sebastián Bono quien corrió 30 metros con pelota dominada, espero, espero y cuando el arquero se tiró, el delantero acomodó sutilmente el balón en el primer palo.
Esa diferencia, no cambio en nada el transcurso del partido. Midland siguió defendiendo y La Base continuó atacando para aumentar el marcador y cerrar definitivamente el cotejo. El xeneize tuvo volumen de juego y protagonismo. Superó en todos los aspectos a Midland, y se fue al entretiempo pensando en seguir aumentando la diferencia.
En el complemento, La Base dispuso de no menos de una decena de situaciones para concretar en la red. Esto se dio, porque Midland salió de la cueva y se animó un poco más.
El xeneize con espacios se dedico a cerrarse atrás y de la mano de Alejandro Marchetti comenzó a lateralizar el balón de aquí para allá, generando innumerables ocasiones de gol.
Promediando la segunda etapa, el equipo de Pulvirenti tuvo todo para ganar, aunque desaprovechó una y otra jugada de gol. Primero el guardameta le tapó a Bono un derechazo; luego Fogliatti la tiró lejos tras una buena triangulación con Marchetti y Sarubbi.
Nuevamente el arquero le contuvo un disparo a quemarropa a Bono. La más clara fue a los 18 minutos: cuando un mal despeje del guardameta le facilito a Sarubbi cortar el remate y luego picarla por sobre su salida, la pelota beso el travesaño.
Sin desesperarse y tratando de cerrar el partido para no sufrir complicaciones en los minutos finales, La Base un equipo con mayor oficio, no dudó cuando encontró su oportunidad. A los 20, Iglesias tras un córner, envió un centro perfecto para que Sarubbi les gane a todos en el área chica y ponga el esperado 2-0.
A Midland le costó reaccionar. Pero, con celeridad y precisión, comenzó a preocupar con los contraataques. Pero el exceso de individualismo de Ponce de León y la falta de exactitud en el último pase, incluso cargado de cierta displicencia, le impidió al rival descontar.
La Base se encaminó hacia un triunfo seguro, importante para el espíritu y fundamental para la tabla. Con poco, La Base hizo mucho para derrotar a Midland, que apenas mostró el desparpajo de su 9 para presentar batalla. Se marchó feliz de Recreo, porque el triunfo le posibilita cumplir con su hoja de ruta: acostumbrarse a ganar.