martes, 7 de junio de 2011

La Base perdió 1 a 0 sobre la hora

Tenía todo controlado en la autopista. Y en el minuto 70 Orsay se llevo un premio demasiado excesivo. Pese a este resultado, el equipo de Pulvirenti se mantiene en una posición expectante.

La Base salió con la consigna de cuidarse, fundamentalmente porque en los papeles el equipo aurinegro puso en la cancha a jugadores con características de desequilibrio. Sin embargo con el correr de los minutos, ambos equipos se esperaron y la fricción y los pelotazos se adueñaron de la primera etapa.

Pero La Base jugó con la calculadora en la mano. Sí, a lo Torres. Esto me sirve, esto no. Y así le tiró encima la iniciativa a su rival.

Lo dejó venir y enseguida lo cansó, para poder medirlo y tener a su disposición alguna contra para lastimar. Porque se hizo fuerte en la última línea, de arriba y de abajo.

Es cierto, en el primer tiempo a La Base le faltó precisión. No hubo comunicación entre los volantes y los de arriba. Se extrañó y mucho ese hombre creativo que pusiera la pausa, que encontrara el momento justo para habilitar a Fogliati o al tanque Bono.

En Cambio, Pulvirenti apostó por otros tres con características bien distintas. Porque tanto Sarubbi, Marchetti como Iglesias, tienen menos roce con la pelota y sí mucha más marca.

Así se consumieron los primeros treinta y cinco minutos, en los que casi no hubo protagonismo en las áreas. ¿Los arqueros? Bien, gracias. En ese período casi no participaron del juego.

El complemento siguió con la misma tónica de la primera mitad, sólo que el cuerpo técnico al ver que el xeneize no sufría problemas en defensa, mandó a la cancha a dos con características ofensivas, Sasia y Pérez.

A partir de allí, se vio la mejor cara de La Base. Fogliatti probó un par de veces desde afuera, pero la más clara del partido fue un centro perfecto de Sasia para que llegue Nepote luego de una corrida infernal por la derecha y remate junto al segundo palo, Agramunt respondió de manera impecable mandando la pelota al córner.

Todo iba en camino al empate. Hasta que llegó ese minuto final, olvidable para La Base. Apareció Poch luego de una gran jugada colectiva entre los Cornu y le sacó a La Base lo que era un empate seguro.

Otra habría sido la historia si aquel remate de Nepote no se hubiese estrellado en el pie del guardavalla. La fortuna no se alío con La Base. No es que le haya sobrado el brillo, pero al menos lo intentó. Orsay no salió de sus movimientos guionados, y, a la larga, eficaces para la cosecha de puntos.

La próxima fecha se viene Ligamento, otro rival complicado para La Base. El cuerpo técnico tendrá la responsabilidad de levantar a un plantel al que se le escapó un partido increíble de esos que duelen solo en la parte psicológica, porque en lo táctico el Xeneize hizo un partido perfecto.