lunes, 1 de agosto de 2011

La Base le arruinó la fiesta a Burlesque

Le ganó 1-0 en Recreo, en el día del campeonato. Iglesias abrió la cuenta en el complemento y dejó sin chances a Burlesque de coronarse campeón, Nuevamente.

La Base y Burlesque comenzaron a jugar el partido durante la semana. Al estilo europeo. A pura declaraciones. "Firmo la victoria sin dudar", dijo, sin pelos en la lengua, Ignacio Pulvirenti, el DT auriazul. Con idéntica fuerza y convicción, respondió Berlanga: "Si no salimos campeones, me voy". En la antesala de uno de los dos partidos más destacados de la fecha (La Batidora y Morpheus es el otro), los técnicos le ponían pimienta al desenlace del campeonato.

A los 5 minutos, Godoy se acomodó y sacó un terrible remate, Torres respondió de manera brillante volando de palo a palo, mandando la pelota al corner. Al minuto Ignacio Fogliatti remató fortísimo y el guardavalla la sacó al tiro de esquina. Algo estaba claro: no había lugar para las especulaciones. Si bien Burlesque era más ambicioso, La Base formaba un interesante triángulo en el medio con Nepote, Dalla Fontana e Iglesias. Los tres con una clara intención ofensiva. Entonces, el partido era entretenido.

El ritmo era el denominador común de los dos equipos. Todo se hacía rápido, sin pausas. Con mucha presión. El mediocampo era una zona de tránsito. Eso sí, pasaban los minutos y las oportunidades de gol no llegaban.

Apenas un cabezazo de Maino adentro del área chica que se fue cerca del travesaño. Promediando la primera parte, decayó el nivel de juego. Pero entre los errores del fondo Burlesque, y el talento de algunos jugadores del equipo de Ignacio Pulvirenti, se debatía un encuentro que todavía mantenía el suspenso.

Empujado por el constante aliento de su gente, Burlesque salió con todo en el comienzo de la segunda etapa. Fue así que tuvo dos oportunidades antes de los diez minutos. Todas organizadas y terminadas por esa pegada llamativa que se llama “Chino Godoy”. Torres se lució en un tiro libre y Puyol despejó a un metro de la línea. Era Deportivo Godoy. Nunca los de Pulvirenti habían estado tan apretados.

Hasta que en la primera situación de riesgo, La Base le puso más suspenso al Apertura. Scali de pelota parada, levantó un centro con clase y rosca. Iglesias apareció de la nada, ganándole la espalda a los centrales de La Burla, y metiendo un frentazo imponente de sobre pique. Imposible para el guardavalla. Silencio sepulcral en Recreo.

Se gritó más en La Quinta que en otra parte. Mientras, Berlanga buscaba en el banco las soluciones. Apostaba por la frescura de Galope, y el oportunismo goleador de Lavecchia. Pero el problema no era de nombres.

Lo que Burlesque no podía era quebrar a la defensa auriazul. Marchetti, Nitti, más Puyol y Yapur estaban en su salsa: todos los ataques terminaban en centros, y ellos son especialistas en ese aspecto. Encima, Maino se encontró con la pelota en el área y le dio con alma y vida. Gigante, Torres la sacó al córner.

¿Qué hacía el Xeneize? Se metía cada minuto más atrás. Se defendía como podía. Pero no resignaba a la contra. Ignacio Fogliatti complicaba con su polenta. Por momentos daba la sensación que los de la avenida estaban más cerca del segundo que la burla de la igualdad. Pero La Base no podía liquidarlo.

Crecían los nervios en el público local. Ni hablar cuando llegó el gol de Marchi, en La Quinta. La confusión bajó de la tarima y se instaló en sus propios jugadores. Entonces Godoy y Duarte cometían errores infantiles. Entregaban mal la pelota. Y eso, no es común.

Pasaban los minutos y a los de Berlanga no se les caía una idea. Con el pitazo final de Cardozo, llegó la desilusión. Lo de La Base fue heroico, le ganó al campeón y al sub campeon, terminó el certamen de la mejor manera y casi logrando el objetivo. Por suerte el xeneize dentro de 15 días tendrá revancha, ¿con Pulvirenti de Director Técnico? Ojalá.