La Base derrotó a Pelvis 5-2. El conjunto de Pulvirenti es el único escolta del líder.
La Base tuvo más volumen de juego y mayor control de pelota especialmente en el primer capítulo, en tanto que el argumento principal de Pelvis fue su buen trabajo en las acciones originadas con balón detenido.
Al minuto, Santiago Mayoraz desbordó por la izquierda y envió un centro al corazón del área, Bono se anticipó y remató solo, pero la pelota se fue por arriba del travesaño. El xeneize continuó atacando y a los 10 llegó la apertura del marcador.
Ramiro Sarubbi capitalizó un centro en al área, se dio vuelta y sacó un remate esquinado imposible para el gurdavalla. 1-0 y ventaja merecida.
Pero Pelvis lastimaba con pelotas paradas y así fue como consiguió el empate parcial minutos después. Diego Pretel se elevó y cabeceó solo por el segundo palo tras un centro desde la derecha 1-1. El partido tenía mucha dinámica y el cotejo era de ida y vuelta.
Nahuel Pérez habilitó a Boz y el 9 definió esquinado al segundo palo ante la salida del arquero. 2-1 y gol de pizarrón.
Increíblemente Pelvis igualó el pleito al minuto, nuevamente por intermedio de Diego Pretel. El 9 recibió, se sacó de encima a los centrales y remató esquinado, Torres no llegó y delirio para Pelvis 2-2.
El complemento presentó la misma cara. Mucho ritmo a pesar del calor, La Base volvió a acomodarse para ser más que un atolondrado Pelvis y volver a darle trabajo al arquero rival.
Pelvis tuvo las suyas cuando logró retomar algo de protagonismo: David erró un mano a mano y Pretel despilfarró otra.
Del otro lado, Pulvirenti metió mano en el banco y mandó a Pérez y Scali creadores de futbol, para darle más aire al equipo. Méritos de sobra para ganar, pero faltaban minutos para el cierre y todavía no se podía quebrar el 2-2, el nerviosismo comenzaba reinar en recreo.
Del otro lado, Pulvirenti metió mano en el banco y mandó a Pérez y Scali creadores de futbol, para darle más aire al equipo. Méritos de sobra para ganar, pero faltaban minutos para el cierre y todavía no se podía quebrar el 2-2, el nerviosismo comenzaba reinar en recreo.
Pero gracias a esa cualidad de obstinación y sacrificio que lo distingue, el 10, llevándose puesto casi tres defensores, encontró un penal y su gol. Jugada de pelea, de atropello, de lucha, un gol 100% Boz, con la postal inconfundible del goleador.
Cardozo no dudó, cobró penal y Mariano Boz metió el 3-2 para todo el delirio de la gente aurizul.
A partir de allí, comenzó otro partido, porque Pelvis se desmoronó y el xeneize no bajó el pie del acelerador.
2 minutos después, tras una buena jugada colectiva, Mariano Boz marcó su tercer tanto de emboquillada, con una clase infernal, 4-2 y partido liquidado.
Como si fuera poco, hubo tiempo para más. Santiago Pérez remató desde 60 metros y ante la atenta mirada de todo el predio, la pelota se clavó en el ángulo, decretando el 5-2.
Un partido casi perfecto, con algunas lagunas, sin florituras, pero siendo prácticos. Fuerte en defensa, con el arquero atento, el mediocampo desdoblado en marca y generación y el ataque incisivo. No hubo fisuras. Mucha garra, mucho carácter y actitud para mantener el enfoque y pelear cada instante entendiendo el mensaje que se baja desde arriba. Y no fueron un par de instantes, sino una intensidad para presionar y atacar que se prolongó en casi todo el partido.
Como premio, además de ganarle a un equipo “lasallano”, La Base se llevó 3 puntos de oro para robarle a Zona su séptima estrella.
Como premio, además de ganarle a un equipo “lasallano”, La Base se llevó 3 puntos de oro para robarle a Zona su séptima estrella.