La Base superó a Santo por 2-1. El conjunto de Pulvirenti se recuperó y es líder.
El vencedor no se discute, por más que las emociones del final pretendan ocultar la superioridad de ese ganador. La Base triunfó bien, en términos globales, en el juego resultó indiscutidamente mejor que el Santo.
Ganó el xeneize, y lo hizo bien, aunque con mucho sufrimiento. Consiguió al comienzo una ventaja que pareció decisiva, como que a los 27 minutos del primer tiempo ya le ganaba por 2 a 0 a un Santo excesivamente errático en defensa.
La diferencia, que era justa, resultaba de todas maneras más válida por errores ajenos antes que por méritos propios. Y los goles aparecían como pruebas de esto.
Por ejemplo, a los 11 minutos Scali ejecutó un tiro libre. El guardavalla controló el balón en el área chica, se le escapó y, en definitiva, no hizo más que regalarle el 1 a 0 a Bono que aprovechó el error y facturó.
Dieciséis minutos más tarde, Scali ejecutó un córner. Nuevamente el guardameta no supo si salir o si quedarse, quedó a medio camino y, la pelota entró limpia. Golazo olímpico de Mariano Scali, el Santo se encontró de pronto con dos goles por remontar.
Estaba bien, porque Dalla Fontana y Marchetti ganaban siempre por la derecha. Porque Nahuel Pèrez y Sarubbi superaban en el medio a los volantes de San Agustín, porque Scali aportaba bastante como un cuarto volante con llegada. Era más La Base, en síntesis.
El juego se mostraba abierto, de todas maneras. Y eso era así porque La Base continuó atacando, Fogliatti probó un par de veces desde afuera, Dalla Fontana culminó una jugada extraordinaria por derecha, con un remate que paso muy cerca del travesaño.
El santo no inquietó, pero cuando lo hizo respondió bien Torres. La ventaja era merecida.
En el complemento, llegaron las variantes y el xeneize salió decidido a cuidar la ventaja. No por eso dejó de atacar, sin embargo los de Pulvirenti salieron con cierto recaudo al complemento.
Las limitaciones ofensivas del voluntarioso San Agustín le dieron un crédito extra a La Base, incluso cuando falló en alguna salida o cuando quedó mal parado frente a algún contraataque. Apenas un remate aislado del tanque le trajo un mínimo sobresalto a Torres.
Se leen buenas intenciones dentro del tramado que propone su técnico; Se arregla con lo que tiene. Y se nota. Nada se podrá reprochar desde el empuje y la convicción.
Pasaban los minutos y el 2-0 parecía inamovible; pero en La Base si no se sufre, no vale. A los 30 minutos, llegó el descuento tras un error de Torres. El volante por izquierda, remató casi con impotencia, le salió un globo, Torres controló se le escapó y la empujó con el taco.
Enseguida llegó el tiempo de los nervios. La pierna fuerte, las protestas y la ansiedad tomaron el protagonismo. Pero el santo no tuvo ideas y la defensa de La Base se mostró muy solida como siempre.
La Base aguantó como pudo y se llevo 3 puntos fundamentales que le permiten ser líder del clausura.