
Al final, fue más un encuentro típico de mitad de tabla que el que podía esperarse de dos conjuntos capaces de ofrecer un espectáculo agradable. La lucha prevaleció sobre la técnica, Caravana no desacomodó la firme contención de La Base. Se esperaban goles y movimientos más abiertos, pero fue un 0 a 0 cerrado y de dientes apretados.
La Base y Caravana se anularon en medio de la cancha y las imprecisiones. No estaba en los cálculos un desarrollo tan pobre, ya que ambos conjuntos prometían algo más entretenido. Al menos por los antecedentes y la continuidad de sus proyectos. Pero todo fue muy trabado, sin individualidades destacadas ni juego asociado.
A La Base también le costaba mucho armar juego y ser prolijo en la salida, pero le importaba menos en la medida en que evitaba cualquier riesgo para Orlando. Los arqueros veían todo a la distancia, sin necesidad de intervenir. Sólo se podía contabilizar un débil remate de Nitti, luego de una pelota parada (todo un hallazgo). Del lado de Caravana, una tibieza similar. Navas, remato con potencia y el potente disparo salio fuerte y desviado.
No se modificó mucho el panorama en el segundo tiempo, pero al menos hubo un poco más de nervios y tensión competitiva. Más alboroto, propiciado por una búsqueda más intensa de La Base, que ocupó más decididamente el campo rival. Lo hizo sin muchas ideas ni claridad. A todo esto, Caravana se aferró al contraataque
Pulvirenti buscó renovar la potencia ofensiva con el cambio de Táctica, Iglesias por izquierda y Perez de enganche . Sin embargo los caminos estaban totalmente cerrados.
En definitiva, ¿sirve el punto?, sirve La Base necesita sumar puntos, sin embargo los auriazules deberán seguir con esta racha, la fórmula de ganar y empatar. Los resultados a la larga pueden ser magníficos.
El partido fue lo de menos, algo perfectamente olvidable.